lunes, 6 de abril de 2009

Época de Matrimonios.

¿Quieres Casarte Conmigo?




Tú sabes bien porqué vine. Hazme recordar. Ya pues, no te hagas, que me dijiste que no había ningún problema en que me lo des. Sé lo que te dije, pero no me puedes decir tú mismo ¿Qué deseas? Bueno, si así lo quieres, por mí no hay inconveniente alguno, he venido por mi beso.

Me animo a escribirte y al mismo tiempo saludarte y felicitarte por la decisión que te ha llevado a dar el paso al altar. Que bueno saber que te encuentras estable en tu relación y que quieren formar una familia, fruto del amor que los une. Me alegra mucho saber que haz encontrado a la persona indicada.

Ahora sé que tus mensajes expuestos a la vista de todos tus contactos del MSN, no eran en vano y que iban directo a una sola persona, aunque la verdad, eran muy amorosos y muchos hasta parecían “melosos”. Pero así nos comportamos cuando estamos “extremadamente enamorados”. No hay razón que valga para expresar de diversas formas el amor que uno siente hacia otra persona. Claro, arriesgándose muchas veces, a que otras personas puedan “malinterpretar” o incluso, llegar a “burlarse” de las cosas que uno hace, pero ya sabes, no importa lo que piensen los demás… importa lo que pienses y sientas, y por qué no, “gritarlo” al cielo, por qué no manifestar el sentimiento más hermoso que puede sentir el ser humano.

Los que han estado enamorados alguna vez en su vida, comprenden esa actitud, y hasta les parece de los más “normal”. Te debo aclarar, que a mi parecer, esa manera de actuar nos es muy lógica que digamos, pues se sabe que cuando uno está enamorado, la lógica o la objetividad no son muy importantes, además que muchas veces no son compatibles con lo que uno pueda sentir. Hay muchas cosas que uno hace, sin pensarlo dos veces, pues “le nace”, y si es algo bueno y bonito, pues es un gran “detalle” para demostrar el sentimiento que se lleva dentro del corazón. Digo todo esto, pues la razón y la pasión, no son grandes amigas. Quizás digas que sí, que pueden relacionarse y llevarse muy bien. En algunas ocasiones sucede, pero si los enamorados se llevarán o guiarán por la razón, te aseguro que no habría poemas, canciones o detalles en el mundo, y todo sería diferente a lo que hoy, quizás te mueva a dar el “gran paso” de tu vida.

Sé que te irá bien pues, lo poco que conozco de tu novio, es que me parece una persona muy educada y buena gente, claro, se le nota enamorado y eso es lo más importante. Pensé que algo pasaba en su relación (por lo leído últimamente en tu MSN), pero al encontrarnos, después de mucho tiempo, en el Karaoke, por la visita de un amigo muy especial y que ambos llegamos a conocerlo, me sacaste de algunas dudas. Me quedé con una frase que me dijiste esa madrugada: “Muchas personas piensan que por estar con mi novio, yo ya no puedo salir sola o ir a divertirme”. Te doy la razón, a la vez que me incluyo en ese cónclave de personas. Uno tiene siempre esa percepción, quizás porque ha estado con una pareja y, bueno, ha actuado de esa forma.
También, porque al tener un compromiso, la mayoría de las veces, tan solo le interesa esa persona, dejando de lado el círculo de amigos, del trabajo, hasta de la familia. No porque no les interese pasarla bien, sino porque ahora puede hacer varias cosas con la persona de quién se ha enamorado y llega a llamar toda su atención. Al menos, en mi grupo de amigos, entendemos esa etapa. Y le damos su buena “bienvenida”, cuando regresan al grupo, con los sentimientos partidos y el corazón roto, después de terminada la relación.

Creo que es parte de la vida, y cada uno es un “mundo diferente”. Actúa de acuerdo a su personalidad. No todas las parejas son iguales y por lo tanto no se pueden comportar de la misma manera. Y por lo que a mi respecta, creo que soy algo distinto al resto (tal vez me darás la razón en este punto).

Si estás decidido y tienes tantas ganas de besarme, bueno, además que haz caminado un largo trecho para llegar aquí, por qué no te acercas ¿Me temes? No es que te tema, sino que me prometiste darme un beso. Por mi parte, sigo esperando, pero para que te animes, y porque me lo pides, me acerco más a ti.


Al parecer esta es una buena época de “Matrimonios”, la mayoría de personas que conozco se casan. Y no podía ser la excepción. Así, rápido como debe ser… “Antes que se pase la ilusión” (algunas personas dicen que eso se va a los 3 años). Después de mi cumple me caso. A la mayoría de mi familia le sorprendió la decisión que tomé, pues me quedé callado todo este tiempo. Recién presenté a mi novia en año nuevo. La verdad, al instante congenió con mis padres, se los ganó. Ellos también notaron que es una chica educada y muy carismática, aparte que es doctora. Por eso creo que trata de protegerme y cuidarme mucho. Qué le voy hacer, me dejo engreír. Mi hermano le decía que tenía que estar súper enamorada, para que quiera casarse conmigo, pues no sabía la “joyita” que se llevaba.
Cuando anunciamos el compromiso formal, todos pensaron que la familia iba a aumentar, con un sobrino. Pero no, queremos casarnos, a parte de estar muy enamorados e ilusionados por empezar esta nueva etapa en nuestras vidas, porque ella tiene una propuesta de trabajo en el extranjero. Al principio estaba en contra de esa decisión, pues era alejarse del ser a quién he aprendido amar y me he acostumbrado a ver, pero creo que ella tiene muchas ilusiones de también lograrse como profesional, y ese trabajo le sirve mucho en ese objetivo. Sé que he sido muy egoísta en ese aspecto. Aunque estuve como siempre, terco. Noté que ella no quería desaprovechar esa oportunidad, y le afectaba mucho mi actitud. Tan solo por verla contenta, fue que acepté dejarla ir, pero por un tiempo, pues tengo que arreglar mis papeles y viajaré junto a ella. Por eso que nos estamos apresurando con todos los preparativos.
Felizmente mis padres, están de acuerdo con la boda, nos están apoyando en todo. Lo más sorprendente de todo esto, bueno, a parte de que tener esta loca idea de casarme, es que he cambiado. Antes me despertaba malhumorado, enojado, con cara de pocos amigos. Tomaba desayuno solo cuando había algo con qué combinar el pan, si era “pan con soledad”, dejaba toda la mesa servida y me iba a trabajar. No salía mucho, me pasaba horas en la computadora, chateando o escribiendo. Paraba con todas las dolencias del mundo, pues sufro del hígado, claro, maltraté mucho a mi pobre hígado con tantas borracheras que solía darme los fines de semana, no había cuerpo que aguante a tanto trajín de malas noches. Ahora, estoy mucho más calmado, claro, con todas las pastillas que me toma, y que ella misma me las receta. Ahora tengo a una persona que está pendiente de mí y mis dolencias, lo maravilloso de todo esto, es que sabe cuál es la cura de ambos males que toda la vida me persiguieron. Estoy más comunicativo, ahora no bajo con amargura, al menos saludo y converso de mis cosas en la mesa, con mi familia. El cambio más radical, es que ahora no tomo. Antes mi lema era: “Si así es el amor, que hasta dejas de tomar, pues no me quiero enamorar nunca”. Pero uno nunca sabe cuándo van a tocar las puertas de tu corazón.
Todos los que me conocen, un poco que se burlan cuando les rechazo para ir a una fiesta o para tomar unas cervezas. A mí me da igual, total siempre he hecho lo que he querido. Pero mi enamorada, en acto de defensa, cuando vamos a reuniones, les dice a todos: “Él no toma, pues quiere cuidarme para que no me pase nada”. Súper enamorada mi cielito. Me da ternura cuando trata de defenderme. Claro que mis amigos me quedan mirando y no pueden creerlo, pues me conocen años y hasta ahora asimilan que uno puede cambiar. Y qué mejor cambiar para bien. Y más si es por amor. Todo está permitido. Pero ojo, no vayan a pensar que no me divierto. Claro que sí, a mi “chelita”, no la dejo, pero ahora me mido y no puedo dejar de pensar en mi novia. Quizás porque ahora la vida me importa mucho. Ya hay otros intereses, siempre me tomaré mis cervezas, incluso la pasaré bien, pero ya no necesito amanecerme para saber que estoy viviendo en plenitud la vida. Ahora sé muy bien que tan solo vivía la mitad, y ahora me siento más completo, estando con ella.




¿Qué piensas al mirarme de ese modo? La verdad, me preguntaba, sí tenías ganas de besarme, pues no te veo muy convencida. Sabes bien que siempre pasamos por este momento y llegamos a besarnos cuando nos encontramos, pero creo que hoy es distinto, pues no puede haber ningún obstáculo, porque nos impida besarnos, ni que nadie se pueda sentir mal. Yo noto ese obstáculo en ti. No, mira como me cuelgo de tu cuello, pero tengo miedo de caerme ¿Tan alto eres? No te preocupes, yo te puedo agarrar fuerte para que no te caigas, no creo que sea tan alto, pues puedes alcanzarme empinándote.

Se casa una gran amiga, bueno, una “amiguita”, no por el poco cariño que me tiene, sino por su tamaño. Aunque ya no nos vemos seguido, ambos tenemos un sentimiento grato, por las cosas que pasamos. Ella si ha tenido una relación larga, de varios años. A pesar de todas las cosas que han pasado juntos, han seguido con su relación. Al grupo de amigos, nunca nos ha caído bien su enamorado. Quizás por eso, dejamos de frecuentarnos. Ya que tal vez, nosotros le decíamos las cosas malas del comportamiento de su novio y ella lo negaba e incluso lo defendía. Para evitar esas pequeñas discusiones, inconcientemente, ambos lados se alejaron. Además, influyó mucho en que ella se consiguió un trabajo lejos de nuestro barrio, y se fue a vivir por allá, pues le resultaba muy tedioso venir hasta su casa. El que más salió ganando en todo esto, fue su pareja, él también vivía por su trabajo.
A pesar de todo, siempre íbamos a su cumpleaños todos los años, su familia nos recibía con mucha alegría y nos quedábamos hasta el amanecer. La pasábamos bien, a pesar que estaba su enamorado con cara de pocos amigos. El año pasado, llegué a su casa con la misma intensión, pero me di con la sorpresa que la pasó en su otra casa. Después de meses, revisando su Hi5, me di con la sorpresa que justo ese día, habían pedido su mano, y bueno, se veía en las fotos a una chica súper ilusionada y contenta. Les di la noticia a mis amigos y todos nos alegramos por ella. La última vez que nos vimos, la pasamos muy bien. Siempre en plan coqueto, la conversación siempre subía de tomo. Hablando del pasado, recordamos lo que vivimos, pero claro, ella no recordaba nada. Insistía en hacerle resonar, pues no entendía por qué no podíamos hablar de algo que pasó y que al menos podamos reírnos de las locuras que hicimos, ya que fueron muchas. Fue en esos precisos instantes y ante mi arremetida de preguntas, cuando se sincero y me dijo: “Recuerdo cada detalle de las cosas que hemos pasado, como si fuera ayer, y sé que fueron momentos maravillosos, locos y tiernos a la vez, pero es momento de olvidarlas, pues nunca debieron pasar, ya que tú siempre serás mi amigo”.

Señorita, solo me queda felicitarla y desearle muchas alegrías en esta nueva etapa de su vida, ya que sé muy bien que te lo mereces!!! Espero no haberme extendido mucho en esta misiva, y no “decir muchas incoherencias” o como tú misma me dijiste “a veces siento que no te sabes expresar, por eso que das muchas vueltas a un mismo tema”. Y te respondo: “Es que me gusta ver de distintos ángulos cada tema, no por querer encontrar la verdad, sino varias verdades”. Me gustó tu sinceridad al decirme las cosas, creo que uno necesita un “freno” para todo. A veces, digo cosas y las hago, pensando o no pensando, me salen mal o bien, pero no me arrepiento, pues por algo pasaron.
Muchos dicen que a pesar de que mis errores son muy visibles, sé defenderlos. Quizás los veo desde un lado diferente al que el común de las personas lo ven, y espero seguir con esa visión. Pero creo que, no siempre tengo la razón, suelo acomodar esa situación para verla o hacerla parecer buena, tal vez es el “floro” que me hace decir hasta “disparates”, para defender mi tesis. Algunos ya me conocen y dejan de “debatir”, pues saben que tengo más de una tesis para argumentar mis actos. No me molesta que me debatan o critiquen, lo que quizás me daña o hiere es la forma en que lo hacen, que no siempre es para mi bienestar. Fueron varias las ocasiones que me lo dijeron con cólera, con “mala leche”, hasta con envidia. A pesar que eres algo menor, siempre tuviste claras las cosas que decías, tal vez, te refuté algunas, pues “más sabe el diablo por viejo, que por diablo”, pero igual, no estuve a la altura de las circunstancias. Y creo que por eso debo pedir disculpas, no por el tema en el cuál discutimos (pues tengo muchas teorías para debatir largo rato), sino por que aún sigo siendo “voluble” y muchas veces “infantil”, y no me di mucho tiempo de conocer a una gran persona, como eres tú.

Me alegra saber, que a pesar de “todo”, al verme o escucharme, me regales una sonrisa (aunque muchas veces son enojos y sonríes irónicamente), creo que sé captar los mensajes, además soy algo “observador”. Y que podamos saludarnos y bromearnos (aunque pienses que soy demasiado “conchudo”), pero es bueno tener esa percepción. Debo admitir que, muchas veces me he sentido incómodo al tenerte al frente y al costado a una ex enamorada, pues ambas fueron y siguen siendo amigas, a pesar de lo que nosotros tuvimos, se comprendieron y supieron entender la situación, fue bueno saber que siguieron con su amistad a pesar de estar en el medio y que nunca tuvieron problemas por ello. Pero no lo he trasmitido ni lo he comentado, pues “el tiempo cura todo”. Quizás digas: “tenía sangre en la cara!!!) No te preocupes, lo mismo me dije. Cuídate mucho, sigue con tu dicha que hoy te embarga, bríndale mis saludos a tu amado novio y mis más sinceras felicitaciones, dile que pase la voz para su “despedida de soltero”. Espero que todo te vaya bien y que ambos sean muy felices. Lamentablemente te diré que, no tengo tarjeta CMR, ni Ripley, ni Tottus, ni Metro, ni Plaza Vea, ni Bonus, ni Única… nada… tan solo una de “débito”, que creo que no sirve de mucho, ¿verdad?

Ahora es el momento de besarnos ¿No? Tu mirada me dice que sí. Te puedo asegurar que no solo mi mirada quiere eso. Entonces bésame. Sí tú lo dices. Pero, espera. ¿Qué pasa, por qué me detienes? Antes, quiero que me respondas algo. ¡Qué momento el tuyo para preguntarme algo¡ Ya pues, respóndeme, si no, no hay beso. Si quieres que te responda, pues hazme la pregunta. ¿Quieres casarte conmigo?


jueves, 1 de enero de 2009

Empezando el año escribiendo.

Buena Suerte… Compañero!!!

Sé que serán pocas las palabras que diré en esta nota, pero solo quería escribir algo para empezar bien el año. Me rondan muchas cosas en la cabeza, miles de historias que contar. Algunas malas, otras buenas, pero la mayoría siempre me dejó una enseñanza. No sé si aprenderé a no caer en lo mismo, aunque lo dudo, pues tengo que tropezar varias veces para aprender la lección. El año que pasó estuvo cargado de ilusiones, muchas ilusiones, en mi vida sentimental me sentí fenomenal, a pesar de la distancia, debo agradecer a la persona que me hizo sentir algo que no había experimentado en mi vida. Si le llaman amor, pues creo que lo volvería a sentir. A pesar de todo lo que sucedió y como terminó. Ya ni siquiera somos amigos ni nada. Pero debió terminar así, para el bien de los dos. Aunque creo que más por su bien, pues en mi mente estará presente su alegría y su felicidad. Desde esta pequeña ventana, le deseo lo mejor, aunque haya dejado de leerme y de ser una habitual lectora de este espacio. Quizás más adelante lo lea, porque las heridas son profundas, pero no quería dejar pasar la oportunidad de agradecerle (siempre lo hice), por todo lo vivido, por su aprecio y preocupación, y sobre todo, porque me sentí en las nubes con su amor. No sé si fue sincero o no, pero lo que importa es que el producto fue muy bueno. Tan bueno fue, que me inspiró muchas veces a escribir crónicas de amor, de odio, de felicidad, de sufrimiento, de distancias, de todo un poco. Ella lo sabía muy bien, por eso que entiendo su lejanía por estos umbrales. Fue mi “Musa”.
Mis heridas van sanándose de a poco, el tiempo es clave en ese aspecto. Me siento mejor. No pensé salir del hoyo negro en el que me encontraba. Para mi mala suerte, volví a ver a una persona del pasado, que creí que me conocía totalmente. Pero me equivoqué. Me dijo muchas cosas que de un golpe certero en el mentón, me tumbó en la lona, que no me levantó pasados los diez segundos. Fue un remezón en mi vida. Lo peor de todo fueron sus palabras con mucha mala vibra, descargaba su odio hacia mi persona, porque a ella tampoco le iba bien. Me pareció muy injusto. Lo malo, es que todo lo que me dijo, era cierto. Dicen que la verdad es dolorosa, ahora la sentí con mucha más fuerza y con la guardia desprotegida. No le guardo ningún rencor a ella, solo espero que todas las cosas que me dijo aquella triste noche, también las tome en cuenta, que se escuche, pues ambos estábamos en la misma situación. Es verdad, intenté acercarme a ella, para poder olvidar y creo que también lo necesitaba. Incluso pensé en estabilizarme con esa relación, las ilusiones volvieron. No perdía nada y ganaba mucho. Otra vez jugué a la ruleta rusa, con el mismo resultado, apreté el gatillo haciendo salir la bala. Es extraño, pero a pesar de todas las cosas que me hace, sé que nos encontraremos siempre por ese camino oscuro, que solo ambos conocemos como la palma de la mano. Y hablaremos, reiremos y otra vez, pasará lo que tiene que pasar, para alejarnos sin decir nada del futuro inmediato. Ella cerrando su puerta y pensando que hoy lo olvidó, que puede tener otro amor, pero al despertar, se da cuenta que fue un error pensar eso, y que aún lo ama. Me despediré de ella, tomo la ruta más larga para llegar a casa, con la cabeza agachada, en medio de la soledad de la madrugada, pensaré que le hice daño, que no la amo. Me gusta, que es agradable su compañía, pero para volver tendremos ambos que claudicar en algunos aspectos, personales y sentimentales. Lo bueno, es saber que aún la puedo besar y sentir todo el pasado, lo malo, es saber que beso a una persona que está pensando en su verdadero amor, ella lo sabe, yo lo sé, pero callamos y dejamos que todo trascurra libremente. Es justo por esa libertad que nos buscaremos y ese día pasará de todo.
Tengo que agradecer a las personas que me ayudaron mucho con sus concejos, aunque cuando pasas por momentos malos, ninguna palabra es suficiente para calmar tu dolor. Pero me lograron levantar del suelo. Me dieron muchas fuerzas para salir del hoyo negro en el que me encontraba atrapado sin salida. Pero estuvieron ahí presente, a mi lado, poniéndome el hombro cuando necesitaba llorar, poniéndome buena cara, cuando necesitaba ver una sonrisa, poniéndome la cerveza, cuando me veían pésimo. No es fácil encontrar amigos, puedo decir que los tengo, y son de lo mejor, no los nombro ahora, porque esto es un resumen general, ellos saben cuando escribo sobre ellos, con otros nombres, con otra personalidad, pero se dan cuenta, porque hablo de sus historias.
Uno se llega a cegar. Pero el tiempo te da razones suficientes para que abras los ojos y puedas ver todo con más claridad. Te das cuenta de muchas cosas y toda tu ilusión se va por el retrete. Ahora te pones a pensar por qué amar a una persona que ya no te ama. Amas a la persona que antes te demostraba amor, pero ahora es distinto. Y si vuelves con ella, la encontrarás distinta y te demostrará todo lo malo, pues ya no le interesará demostrar su mejor lado. Cuando pierdes el orgullo es lo peor. Me di cuenta después. Pero aprendí. Ahora será distinto, eso espero.
Me ayudó también el trabajo que me obligaron, en cierta manera, a entrar. No pensé que sería tan difícil, me probaron, me presionaron mucho, me sentía cansado, exhausto, quise renunciar, pero un amigo me decía que aguantara, que así es el trabajo y que en todo centro laboral pasaba estas cosas. Mi honestidad, que no es una virtud, sino un deber de tenerla. Se vio afectada en ocasiones por los constantes cambios de los superiores. Ya las personas con las que tenía a cargo, no creían nada de lo que buenamente les decía. Reclamaba como un león furioso, pero me di cuenta que mis rugidos no podían ser escuchados, solo se perdían en el viento. Y poco a poco, me hicieron saber que estaba en una jaula y por lo tanto, éste “rey de la selva”, era uno más del montón. Como siempre mi antipatía flotó por los aires y me gané enemigos, rivales y todo lo demás. Cometí muchos errores en mi trabajo, por mi falta de experiencia en ese tipo de labores, lo reconozco. Lo molesto es que me prometieron el apoyo que nunca llegó, y que a otras personas si les llegaba. Miré alrededor y encontré varias jaulas, es ahí, cuando empecé hacer conocidos, por una misma causa, en contra de la opresión y la demagogia. Logramos lo impensado, cumplimos la meta, los de arriba estuvieron contentos y ahora tuvieron palabras de reconocimiento al trabajo realizado por este servidor. No creo que vuelva a pasar por lo mismo, pero nunca se sabe cuando uno tiene que pasar necesidades.
Lo más gratificante del trabajo, fue que pude conocer muchas personas humildes. Subí colinas y encontraba personas con quienes entablar conversaciones. No tenían nada, tenían grandes necesidades. Las casas eran de esteras, cartones y los techos de bolsas. El polvo era el pan de cada día. El sol era un espectador que agobiaba a todos. Caminar por sitios totalmente desconocidos y alejados, en donde terminaban las carreteras y los propios pobladores, con piedras sacadas de los cerros, hacían sus propios caminos. Era sorprendente ver como personas pueden sobrevivir a todos esos aspectos. Pero lo mejor y agradable era que nos recibían con una sonrisa en los labios partidos y sin dientes. Con un abrazo. Hasta cuando nos veían cansados por la faena realizada, nos invitaban almuerzos o gaseosas. Muy generosas las señoras. Quizás no tenían ni un centavo para ellos, pero se esforzaban por quedar bien con nosotros. Me di cuenta que las personas que más necesitan y las que tienen más carencias, son las más humildes y solidarias con las personas, pasa todo lo contrario con los individuos de la alta sociedad, aquellas que incluso tienen lo que se llama una “buena” educación. Me encantó encontrarme en el camino con personas tan solidarias y humildes. Me faltaban esos aspectos que pueden llegar a tener la gente. Me despedía de ellas siempre agradeciéndoles por su colaboración, pues a ellas no les pagaban ni un centavo, por ayudarnos a realizar nuestro trabajo. Claro que contaré más adelante sobre esas experiencias muy enriquecedoras para mi persona.
Espero que este año sea mejor, en varios aspectos, personales, sentimentales y educativos, pero mientras tanto, quiero agradecer a las personas que conocí en el 2008, que aún las veo y que posiblemente ya ni me recuerden. Agradecer a todos mis amigos que se portaron de maravilla todo el año pasado y me alegra de tenerlos, nunca cambien y si cambian será para bien. Un agradecimiento especial es para mi familia, a mis padres, hermanos y sobrinos, que sin ellos no tendría una razón para sonreír y secar mis lágrimas para que no se den cuenta que me siento mal. Y a todas las personas que por equivocación o por buscar buenas fotos y bajársela, han entrado a este portal, que son la mitad de visitantes que tengo. También para las personas que en silencio leen las historias aquí contadas, pero que no dejan su comentario. Para las personas que se sintieron contentas, tristes o amargas al leer todo lo que escribo. Espero mejorar cada día el contenido y ser mejor.
Señores y Señoritas… GRACIAS!!! Que tengan un Próspero Año Nuevo.
Les desea “El Huerta Perdido”.